28.11.24

Wittgenstein en 90 minutos, Paul Strathern

Tres de los cuatro hermanos varones de Ludwig Wittgenstein –a cual más brillante– acabarían por suicidarse, una posibilidad que contempló el propio Ludwig varias veces a lo largo de su vida. Afortunadamente, quien estaba destinado a ser el miembro útil de una cosmopolita familia vienesa no llegó nunca a atentar contra su vida; por el contrario, cambió la aeronáutica por la filosofía y, en cierto modo, puso el punto final a veinticinco siglos de pensamiento filosófico. Wittgenstein fue un lógico excepcional que desconfiaba del lenguaje y cuya solución a los problemas tradicionales de la filosofía pasaba por reducirlos a la lógica. Todo lo demás –metafísica, estética, ética, la filosofía misma– quedaba excluido: «Sobre lo que no se puede hablar, se debe callar».



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