En vida de Jean-Paul Sartre, su filosofía fue bien conocida por estudiantes, intelectuales y revolucionarios, e incluso entre el gran público de todo el mundo. Esta popularidad, sin precedentes para un filósofo, fue debida en parte a sus propias ideas políticas revolucionarias, pero sobre todo se debió a su papel como portavoz del existencialismo en el momento justo en que este conjunto de ideas llenaba el vacío espiritual heredado de la Segunda Guerra Mundial y sus despojos. El existencialismo ponía de manifiesto la libertad total del individuo, constituía una estimulante y comprometida «filosofía de la acción». En manos de Sartre, se convirtió en una rebelión contra los valores dominantes de la burguesía.
Subscribirse a:
Publicar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario