Seguindo cos cadros de Velázquez presentámosvos o conto feito por Alba Conde de 2º A de ESO baseado no lenzo "Vieja friendo huevos"
Me llamo Alba. Estaba con unas amigas esquiando en Andorra, en la excursión de Navidad.Y de pronto, no me di cuenta de que había un obstáculo en la pista, una piedra. En esos desafortunados segundos me caí y me quedé inconsciente. En un momento, me encontré en el siglo XVII.
Cuando recuperé la consciencia, me encontraba en una cama incómoda. Hacía frío. Mientras pensaba en dónde podía encontrarme, entró por una puerta de madera rota y desgastada una señora con una ropa extraña. Estaba entrada en años y me pareció que me miraba de forma rara. Entonces, me habló:
-Hola pequeña. ¿Cómo te llamas?- No respondí, siempre me habían dicho que no hablara con desconocidos.
¿De dónde has sacado esa vestimenta tan extraña? - dijo la señora. Pensé: "¿Por qué le parecerá extraña mi ropa? Simplemente llevo unos vaqueros y un polar. La suya si que es extraña. Pero como una tonta, lo único que se me ocurrió decirle fue..."
- De...mi armario. - Ella se quedó confundida. con esa contestación, normal...
Entonces, le pregunté -¿Dónde estamos?
-Pues en Sevilla, estamos en el siglo XVII. ¿ No te acuerdas de nada? - Me quedé pálida y no podía pronunciar palabra. Le conté toda mi historia. Que venía del siglo XXI, que me había golpeado la cabeza y había aparecido aquí... Pronto nos hicimos amigas. Me contó las costumbres y los problemas de la villa. Ella tenía un hijo llamado Alonso. Aunque la comida no era muy abundante en esos tiempos, él siempre ayudaba a su madre, Margarita, a preparar huevos fritos o gachas. Los dos tenían un viejo amigo aspirante a pintor llamado Diego Velázquez que siempre comía con ellos. Pronto se hizo de noche y, como tenía hambre, intenté dormir, pero no pude. Me levanté y cuando fui hasta la mesa, me dí cuenta que un hombre estaba cenando con Margarita y Alonso. Posiblemente era Diego Velázquez, el amigo del que me había hablado Margarita. Me senté en la mesa y me presenté, sin contar que venía del futuro. Les mentí diciendo que mi padre me había traído unas telas desde China y que yo me había cosido la ropa. El niño se lo creyó fácilmente pero hubo que insistir un poco más con Velázquez.
Diego le empezó a contar a Margarita y a Alonso que quería pintar un cuadro inspirado en ellos, ya que una mañana les vio a los dos freír unos huevos y le vino la inspiración. Dormimos y al día siguiente, Margarita y Alonso posaron para él mientras yo contemplaba el talento de Velázquez. Después de unos días, Diego acabó el cuadro. Como no tenía relación con la realeza ni con la autoridad, no admitieron su cuadro, pero yo pensé en otra cosa. Le propuse a Velázquez la idea de guardar el cuadro en un arcón que tenía Margarita. Metieron el cuadro en el arcón y lo escondieron debajo de mi cama. Esa noche me dormí pronto. a la mañana siguiente, me desperté en una cama cómoda, en un ambiente caluroso, supuse que gracias a la calefacción. Abrí los ojos y estaba totalmente mareada,. Vi unas sombras. eran mis amigas. Me dijeron que al caerme con los esquíes, ellas me encontraron y me trajeron a la cabaña. Había dormido durante cuatro horas y ellas me habían estado haciendo compañía durante todo ese tiempo.
Hoy os cuento esta historia porque es la que voy a utilizar en mi nuevo trabajo como escritora. Mi nuevo trabajo es escribir un libro con otros cinco compañeros. El título del libro es " Seis cuentos sobre Velázquez"
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