La española inglesa contiene los ingredientes novelescos que atraen a los lectores de todos los tiempos: intrigas, aventuras, peligros, encuentros y desencuentros que viven los personajes.Isabela, la protagonista, encarna ideales sentimentales y éticos.
«Entre los despojos que los ingleses llevaron de la ciudad de Cádiz, Clotaldo, un caballero inglés capitán de una escuadra de navíos, llevó a Londres a una niña de edad de siete años, poco más o menos, y esto contra la voluntad y sabiduría del conde de Leste, que con gran diligencia hizo buscar a la niña para volvérsel a a sus padres, que ante él se quejaron de la falta de su hija, pidiéndole que pues se contentaba con las haciendas, y dejaba libres a las personas, no fuesen ellos tan desdichados; que ya que quedaban pobres, no quedasen sin su hija, que era la lumbre de sus ojos y la más hermosa criatura que había en toda la ciudad. Mandó el conde echar bando por toda su armada que so pena de la vida, devolviese la niña cualquiera que la tuviese, mas ningunas penas ni temores fueron bastantes a que Clotaldo le obedeciese, que la tenía escondida en su nave, aficionado, aunque cristianamente, a la incomparable hermosura de Isabel, que así se llamaba la niña. Finalmente, sus padres se quedaron sin ella, tristes y desconsolados, y Clotaldo, alegre sobre modo, llegó a Londres y entregó por riquísimo despojo a su mujer a la hermosa niña.»
Allí , en la capital británica, la niña crece en hermosura y virtud, hasta el punto que la prometen con el hijo de la familia secuestradora, Ricaredo. Pero el destino, la Reina de Inglaterra y los celos harán todo lo posible por separarlos y por poner a prueba la virtud de los enamorados.
Allí , en la capital británica, la niña crece en hermosura y virtud, hasta el punto que la prometen con el hijo de la familia secuestradora, Ricaredo. Pero el destino, la Reina de Inglaterra y los celos harán todo lo posible por separarlos y por poner a prueba la virtud de los enamorados.
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