Ciertos criminólogos han aventurado la hipótesis de que los homicidas pertenecen a un tipo distinto de ser humano, reconocible por una serie de rasgos fisionómicos particulares: nariz achatada, mandíbula prominente, barba enjuta, cráneo asimétrico…
Alfred Hitchcock, el gran sacerdote del crimen, ha seleccionado muy especialmente esta serie de relatos electrizantes.
Alfred Hitchcock, el gran sacerdote del crimen, ha seleccionado muy especialmente esta serie de relatos electrizantes.
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